Enamorarse de un desconocido.

A veces es más fácil enamorarse de un desconocido que de alguien cercano a tí. El hecho de mostrarse sin prejuicios, el no tener miedo de defraudar a alguien, nos quita la máscara. Nos desnuda las palabras que nunca pensábamos que diríamos.
Un desconocido no sabe cómo quiere que seamos. Nos mira a la cara, sin miedo a decepcionarse con lo que vea en nuestros ojos. Nos empieza a descubrir tal y como somos..

¿La persona más importante de mi vida? Tú, tú y tú.

Es difícil porque escriba lo que escriba, nada puede describir suficientemente bien lo que hay entre tú y yo, hasta qué punto me haces falta, cómo te quiero. Siento que nada de lo que diga te va a hacer justicia, pero…
Estamos unidas desde muy peques, estás en mis mejores recuerdos. Sabes lo que para mí significa Valencia, otra de las cosas a las que nunca podré hacer justicia. A lo mejor eres la única que sabe quién es mi tía para mí, cuánto la echo de menos, cuánto la recuerdo… a ella y a su casa, a Valencia entera, a vosotros. Sois la única familia que tengo, y no podría pedir más, la verdad.
Contigo soy yo SIEMPRE. No pienso jamás en lo que te estoy diciendo, ni en como te lo vas a tomar… me da igual. Sé que haga lo que haga, me entiendes. Me limito a ser yo, y tú te limitas a ser tú, y no hay silencios incómodos o palabras para rellenar el silencio. Si me quedo callada, tú lo respetas. ¿Sabes lo que es sentir que hagas lo que hagas, digas lo que digas, pase lo que pase, tienes a alguien que te escucha y no te juzga? ¿Alguien que pese a todo te va a querer? Que lo escuche TODO, y se ría y llore contigo, que se implique, que se sienta obligado sin tener obligación… que te aguante, que te anime. Eres mi ángel de la guarda, mi otro yo. Eres esa persona que debería tener todo el mundo. Y sigo con la sensación de no hacerte justicia……
Que te duela algo, a mí me duele. Que no te toquen a ti, porque me tocan a mí. Hazme el favor de estar bien, de reírte por cualquier cosa, de ser todo lo feliz que se puede ser, ya sabes porqué. Hazme el favor de seguir llamándome prácticamente todos los días y reírnos de todo y de nada durante horas. Hazme el favor de seguir inventando palabras que solo entendamos tú y yo, hasta que tengamos nuestro propio diccionario, y, sobretodo, hazme sentir siempre la seguridad que tengo en ti. De ti no puedo dudar, no recuerdo una sola vez que me hayas jodido, ni siquiera fallado. Jamás hay nada malo entre nosotras, ni un mal gesto ni un malentendido… y no los va a haber, no me preguntes por qué.
Me siento mejor solo al saber que tú estás por ahí, lejos pero muy cerca, y que en un ratito me llamas. Estás ahí, SIN CONDICIONES. Solo tú podrías escribir un libro sobre mí, por todo lo que has vivido conmigo, por todo lo que te he contado, porque me conoces tanto como se puede conocer a una persona. Y porque, pese a saber cuales son mis debilidades, jamás me atacarías. Aunque me conoces demasiado bien, contigo no me siento vulnerable.
Creo que eres un regalo, ya te lo he dicho; mi ángel de la guarda. Y no puedo describir lo que significa eso.
Estoy segura de que me haces mejor persona, porque aunque somos parecidas, también somos muy distintas… Tú me has visto fatal, y has sabido lo que tenías que decirme. Tú me sabes perdonar. Tú entiendes que soy de extremos, que se me va la fuerza por la boca, y que muchas veces no puedo más. Contigo no me da vergüenza llorar.
Espero ayudarte siempre, más ahora.
¿La persona más importante de mi vida? Tú, tú y tú.
Pase lo que pase.  

No pido mucho.

Creo que nunca ha sido complicado hacerme feliz. Si me conoces bien, sabrás que soy patéticamente sencilla y previsible. No necesito flores, ni dedicatorias de canciones en la radio, ni aviones que escriban mi nombre en el cielo. No pido milagros, porque nunca he visto ninguno. Las sorpresas, cuanto más pequeñas, más bonitas me resultan. Y me vale todo, siempre que sea hecho con amor. Todos los detalles son buenos... Abrazos, sonrisas, besos tímidos, notitas escritas en una servilleta, una visita inesperada, un regalo personal, una foto de tu infancia, un mensaje de madrugada, palabras simples pero sinceras... Creo que nada demasiado costoso si se hace por iniciativa propia y con sentimiento. Eso sí, necesito que todo ello sea incondicional. Esa es mi forma de querer y, por lo tanto, es la única forma de sentirme querida.